Jesús Montero, un ex prospecto prometedor de los Yankees a quien Brian Cashman cambió diciendo que «bien podría ser el mejor jugador que he cambiado», pero que nunca alcanzó esas alturas, murió a los 35 años después de un accidente de motocicleta.
Según una página de GoFundMe que intentó recaudar fondos para sus gastos hospitalarios, Montero sufrió un accidente a principios de mes en su natal Venezuela y sufrió lesiones graves, por lo que fue sometido a un coma inducido. Los Yankees anunciaron su fallecimiento el domingo.


Firmado como agente libre internacional en 2006 por 1,6 millones de dólares, Montero se convirtió inmediatamente en un prospecto promocionado; Cashman calificó al entonces joven de 16 años como el mejor prospecto de bateo venezolano desde Miguel Cabrera.
Montero navegó a través de las menores, con su bate como se esperaba pero enfrentando preguntas sobre su defensa detrás del plato y su peso fluctuante, antes de debutar en 2011 como el prospecto número uno de los Yankees y entre los mejor considerados en el deporte.
Con 21 años, Montero llegó en septiembre y arrasó con el pitcheo de las Grandes Ligas durante 18 juegos, en los que conectó cuatro jonrones, bateó .328 y registró un OPS de .996. Se coló en la lista de postemporada y se fue de 2-2 en el único juego de postemporada que jugó, en una derrota de la Serie Divisional de la Liga Americana ante los Tigres.

Y luego se fue: el siguiente enero, los Yankees, necesitados de rotación, enviaron a Montero, cuyo potencial el club y sus fanáticos habían soñado durante años, a Seattle en un paquete por Michael Pineda, un intercambio que Cashman sabía que podía salir mal.
«Es así de bueno», dijo el gerente general sobre Montero durante una conferencia telefónica en ese momento. «Es un bateador de nivel medio. No es fácil tomar estas decisiones, pero sé que estoy emocionado por lo que voy a conseguir».
Montero nunca despegó con los Marineros, teniendo una larga participación de 135 juegos en su primera temporada en la que conectó 15 jonrones con un OPS de .685 mientras dividía su tiempo como receptor y bateador designado.
Se rompió el menisco la temporada siguiente; aceptó una suspensión de 50 partidos tras verse implicado en el escándalo de Biogénesis; y se presentó a la temporada 2014 con sobrepeso. Pasó la mayor parte de esa temporada y la siguiente en las menores, lo que incluyó un incidente notorio en el que un cazatalentos de los Marineros supuestamente le envió un sándwich de helado a Montero en el dugout para burlarse de su peso. Montero respondió acercándose al cazatalentos con gritos y el postre, que este lanzó.










