Nueva York – Juan Soto no necesita calendarios para redimirse. Basta un swing. El jardinero de los Mets cerró junio como uno de los jugadores más letales de las mayores y abrió julio con un exclamación: un jonrón de dos carreras en la primera entrada ante Marcus Stroman, inyectando vida a su equipo en el primer duelo de la Serie del Subway en el Citi Field.
El impacto (su vigésimo primer cuadrangular de la temporada) llegó como respuesta inmediata a los Yankees, quienes habían tomado ventaja temprana con jonrones consecutivos de Jasson Domínguez y Aaron Judge. Pero más allá de empatar el juego 2-2, el batazo simbolizó un cierre de ciclo para Soto, cuyo paso por el Bronx semanas atrás fue una pesadilla: abucheos constantes y un desalentador 1 de 10 en la serie, sin hits extrabase.
De la sequía al incendio
El contraste no podría ser más dramático. Mientras en mayo su bate parecía adormecido, junio fue el mes de su resurrección: .319 de average, 9 HR y 26 RBI. Y ahora, con su primer swing importante en julio, Soto confirmó que la racha no es casualidad. "Siento que estoy viendo la pelota como una sandía otra vez", admitió recientemente.
Los números lo avalan:
1.052 OPS en sus últimos 30 juegos (top 3 de la NL).
94.5 mph de velocidad de salida promedio en junio (máxima desde 2021).
21 HR en 2024, proyectando superar su récord personal (35 en 2023).
El factor rivalidad
La Serie del Subway siempre es un termómetro emocional en Nueva York, y Soto lo entendió a la perfección. Mientras en el Bronx fue recibido con silbidos (recordando su rechazo a extensión con los Yankees en 2022), el Citi Field lo ovacionó. Su jonrón frente a Stroman, un lanzador con 2.76 ERA antes del juego, demostró que no hay presión que lo doblegue.
"Es el mismo Juan de siempre: frío en los momentos calientes", elogió el manager Carlos Mendoza.
¿Qué sigue?
Con los Mets peleando por un wild card y Soto como locomotora, su rendimiento podría definir el mercado de julio. Si continúa así, no solo borrará los fantasmas del Bronx, sino que escribirá un nuevo capítulo en su carrera: el del líder que Nueva York necesitaba.