PARÍS — Si alguna fuerza dominó la industria de la moda mundial esta temporada, eclipsando las telas, las formas e incluso las siluetas más salvajes, fue el espectáculo de las celebridades.
En un año marcado por la ansiedad global y el hambre de fantasía, el poder de las estrellas inundó la Semana de la Moda de París , convirtiendo las pasarelas en arenas de gladiadores donde íconos de primera línea, ídolos del K-pop y megaestrellas digitales se convirtieron en el evento principal.
Beyoncé y Jay-Z no sólo asistieron al exitoso desfile de Louis Vuitton: se convirtieron en el espectáculo.
Al entrar al Centro Pompidou, las cámaras destellaban y los teléfonos disparaban al cielo. Antes incluso de que el primer vistazo llegara a la pasarela, las imágenes de la pareja dieron la vuelta al mundo. Ídolos del K-pop como J-Hope y Jackson Wang transmitieron en vivo su llegada a millones de personas, mientras que la multitud en el exterior inundaba las redes sociales con cada atisbo de una estrella.
A medida que la temporada de primavera de la industria finaliza el domingo, está claro: la audiencia global de la moda se centra menos en lo que se usa y más en quién lo usa.
Esta interacción entre celebridades y moda no es nueva, pero en 2025, el deseo de escapismo y espectáculo protagonizado por estrellas está en su punto máximo como nunca antes.
"Se trata de clickbait de famosos, y está en un punto de inflexión. Los famosos han sustituido a los diseñadores y estilistas como creadores de tendencias", dijo Anna Barr, editora de revistas de moda que asistió a los desfiles.
La aparición de Beyoncé esta semana encapsuló una verdad que todas las grandes marcas, desde Louis Vuitton hasta Dior, Hermès y Saint Laurent, ahora comprenden: la verdadera primera fila no está en París, sino en Instagram, TikTok y Weibo. Y nada vende tanto como una estrella.
El look vaquero de Beyoncé se vuelve viral
El denim de pies a cabeza que lució la estrella del pop (un Louis Vuitton personalizado por Pharrell Williams) no sólo se volvió viral.
En 24 horas, los vídeos de su llegada acumularon millones de visualizaciones en TikTok, superando incluso el contenido de la campaña de Louis Vuitton. Cuando Williams le entregó un bolso Speedy directamente desde la pasarela al atardecer parisino, el momento se hizo viral, lo que demuestra que Beyoncé no es solo una asistente, sino un rostro de la visión creativa de Louis Vuitton.
Pero aunque el look de Beyoncé se convirtió en la imagen más compartida de la semana, su presencia en París también generó debate: una camiseta de Buffalo Soldiers que usó durante su gira “Cowboy Carter” provocó críticas de algunas comunidades indígenas y mexicanas, recordando a la industria que cada momento viral puede ser un punto de inflamación.
Ésta es la nueva dinámica del lujo: el asiento de pasarela más codiciado ahora está en tus manos, y lo que más importa no es sólo lo que ves, sino a quién ves usándolo.
Mostrar, no sólo contar: la moda como espectáculo
Lo que alguna vez fue una vista previa privada para compradores y editores es ahora un evento de entretenimiento mundial.
Los diseñadores no solo presentan desfiles, sino que crean espectáculos. Williams, el showman jefe de Louis Vuitton, convirtió su pasarela en una fantasía de serpientes y escaleras con una lista de invitados a la altura: Beyoncé, Jay-Z, los reyes del K-pop J-Hope y Jackson Wang, la estrella del reguetón Karol G y figuras de Hollywood como Bradley Cooper y Mason Thames.
Cada llegada desencadenó oleadas de publicaciones e historias, lo que hizo que la multitud fuera tan digna de noticia como la colección misma.
La pasarela moderna se ha convertido en un escenario para celebridades, donde los aplausos se miden en vistas y momentos virales, y la línea entre artista y espectador desaparece.
Ninguna otra fuerza está cambiando las tendencias de moda masculina más rápido que el K-pop. Esta temporada, estrellas como J-Hope, Jackson Wang, Bambam de GOT7 y Yuta de NCT estuvieron por todas partes, transmitiendo espectáculos en vivo y provocando furor en la moda desde Seúl hasta São Paulo.
Estos ídolos son a la vez creadores de tendencias y transformadores de tendencias, transmitiendo al instante lo que ven en París a millones de fans. Su asistencia se ha convertido en un evento comercial en sí mismo, impulsando la adopción de nuevos estilos a escala global.
