El presidente Trump firmó el viernes una orden ejecutiva que autoriza vuelos financiados por el gobierno e incentivos financieros a inmigrantes ilegales dispuestos a autodeportarse.
El programa, denominado “Proyecto Regreso a Casa”, encarga a las agencias gubernamentales facilitar los viajes de los inmigrantes sin documentos de viaje, proporcionar vuelos “sin costo para los inmigrantes ilegales”, ofrecer servicio de conserjería en los aeropuertos para ayudar con las reservas de viajes y otorgar a los inmigrantes ilegales un “bono de salida” para salir de Estados Unidos.
“Estamos haciendo que sea lo más fácil posible para los inmigrantes ilegales abandonar Estados Unidos”, dijo Trump en un video publicado en Truth Social .
“Cualquier extranjero ilegal puede simplemente presentarse en un aeropuerto y recibir un vuelo gratuito para salir de nuestro país”.

El “bono de salida”, que el DHS indicó a principios de esta semana que sería de 1.000 dólares por migrante, “ahorrará a los contribuyentes estadounidenses miles y miles de millones de dólares”, según el presidente.
“Con el tiempo, cuando los ilegales se hayan ido, nos ahorraremos billones de dólares”, continuó Trump, advirtiendo que los inmigrantes ilegales que elijan permanecer en el país enfrentarán “ graves consecuencias”, incluyendo fuertes multas, tiempo en prisión y “deportación repentina en un lugar y de una manera que quede únicamente a nuestra discreción”.
“Queremos que te vayas de Estados Unidos”, declaró el presidente, antes de afirmar: “Si eres realmente bueno, vamos a tratar de ayudarte a volver a entrar”.

La orden de Trump ordena al Secretario de Estado, Marco Rubio, y al Secretario del DHS, Kristi Noem, lanzar una campaña de comunicaciones a nivel nacional para informar a los inmigrantes ilegales sobre el programa Proyecto Regreso a Casa y sobre las consecuencias de quedarse.
El presidente también pidió la “delegación” de agentes del orden estatales y locales, ex agentes federales, oficiales y personal de otras agencias federales como parte de una “campaña intensiva” para deportar a los inmigrantes ilegales que se niegan a autodeportarse.
El esfuerzo, descrito por la Casa Blanca como una “oleada de deportaciones agresiva y a gran escala”, comenzará dentro de los próximos 60 días.
Sólo en 2023, se estima que la carga fiscal de los inmigrantes ilegales costó a los contribuyentes más de 150 mil millones de dólares, según la Casa Blanca.
“Al incentivar la salida voluntaria, el Proyecto Homecoming busca reducir estos costos y restaurar recursos para los ciudadanos estadounidenses”, dijo la Casa Blanca en un comunicado.