El explorador marciano de la NASA ha descubierto algo de otro mundo: una misteriosa elevación con forma de calavera situada en una pendiente en un lugar que los observadores de estrellas dicen que no debería estar.
La misteriosa roca, apodada “Skull Hill”, fue descubierta el 11 de abril por el rover Perseverance mientras descendía por una cresta llamada Witch Hazel Hill.
La colina es parte del cráter Jezero, una enorme cuenca de 45 kilómetros de ancho que los científicos creen que alguna vez albergó un lago.

Lo que hace que la roca sea tan interesante es que no se parece en nada al área que la rodea.
Si bien la mayor parte del terreno es de color claro y polvoriento, Skull Hill es oscuro, angular y está cubierto de pequeños hoyos, como si hubiera caído allí desde algún otro lugar, según Margaret Deahn, estudiante de doctorado de la Universidad de Purdue que trabaja con la NASA.
Es posible que eso sea exactamente lo que ocurrió.
Además de este contacto, el rover ha encontrado una variedad de rocas interesantes que pueden haberse originado en otro lugar y haber sido transportadas a su ubicación actual, también conocida como "flotación", escribió Deahn en una publicación de blog sobre el hallazgo.

El equipo cree que Skull Hill podría haberse movido de su ubicación original por la erosión, un impacto antiguo u otro evento natural poderoso.