LA VEGA. El obispo de la diócesis de La Vega, monseñor Carlos Tomás Morel Diplán, informó que el diálogo entre la minera Barrick Pueblo Viejo, los campesinos afectados y el gobierno ha avanzado significativamente. Las partes han llegado a un acuerdo sobre el estándar o normas que se utilizarán para la evaluación y tasación de terrenos, casas y plantaciones de los desalojados.
Morel Diplán explicó que se han conformado subcomisiones técnicas para llevar a cabo las evaluaciones y tasaciones necesarias. “El diálogo entre la empresa Barrick, las comunidades y el gobierno, con la mediación de la Iglesia Católica y el Defensor del Pueblo, ha avanzado. Se ha acordado el estándar para la evaluación y tasación de terrenos, casas y plantaciones”, señaló el obispo.
Además, indicó que el Defensor del Pueblo y la Iglesia Católica serán los responsables de buscar a los técnicos necesarios, contando con la colaboración del Banco Mundial. Para el 24 de este mes, está prevista una reunión en Santo Domingo con los técnicos para socializar el proceso de reasentamiento de las familias afectadas.
Sin embargo, el obispo aclaró que en el diálogo no se ha abordado el tema de la presa de cola, proyecto que ha generado preocupación entre sacerdotes, ambientalistas y organizaciones populares, quienes denuncian posibles daños a los ríos de la zona.
“En este diálogo no se ha tratado el tema de la presa de cola. Las tres partes han acordado que solo se aborde la reubicación de las familias y el pago justo por terrenos y cultivos”, precisó Morel Diplán.
Este avance se produce luego de que, el pasado 19 de febrero, sacerdotes, ambientalistas y representantes de organizaciones populares realizaran una marcha en la autopista Duarte para rechazar la construcción de la presa de cola en Cotuí, provincia Sánchez Ramírez.