La llegada de Alex Bregman a los Boston Red Sox, tras firmar un contrato de $120 millones por tres años, generó una inesperada polémica en el equipo. El dominicano Rafael Devers se negó a ceder la tercera base, su posición habitual, para dar paso al nuevo refuerzo, lo que desató un debate que incluso captó la atención de la leyenda del equipo, David Ortiz.
‘Big Papi’, miembro del Salón de la Fama, no dudó en dar su opinión sobre el tema durante una entrevista en el podcast Baseball Isn’t Boring. Ortiz aconsejó a Devers dejar el orgullo de lado y aceptar las decisiones del equipo, que buscan fortalecer el colectivo.
“En algún momento, se trata de dejar de lado el ego. Estoy de su lado en todo momento, pero quiero que comprenda que esta organización está tratando de formar buenos jugadores a su alrededor, para que no tenga que soportar la presión todo el tiempo”, expresó Ortiz.
El exjugador también destacó que las decisiones del equipo no buscan perjudicar a Devers, sino todo lo contrario. “No quiero que se sienta como si lo hubieran dejado solo o decepcionado por la forma en que la organización hizo el movimiento. El club nunca intentaría hacer daño, especialmente a un tipo como Devers”, añadió.
La polémica entre Devers y Bregman por la tercera base
La controversia surgió cuando Rafael “Carita” Devers se negó a cambiar su posición en la tercera base para convertirse en bateador designado, a pesar de la llegada de Alex Bregman, quien fue contratado como agente libre. Devers fue claro al expresar su postura ante los medios: “Me hicieron la pregunta de si iba a ser bateador designado y les dije que no. Yo juego tercera base, de ahí para allá no sé qué ellos van a decidir. No controlo lo que ellos vayan a hacer, pero yo juego tercera y ahí es donde estoy ‘ready’ todos los días, dando lo mejor de mí”.
El dominicano reiteró su posición: “Es mi decisión, yo juego tercera base, esa es mi posición. No voy a cambiar mi posición de un momento a otro, así por así”.
Sin embargo, la tensión se disipó cuando Bregman declaró que estaba dispuesto a jugar “donde sea” para ayudar al equipo. Esta actitud colaborativa zanjó el debate, al menos por el momento, y permitió que el foco volviera a estar en la temporada que se avecina.
