Cotuí, República Dominicana. – El sacerdote Nino Ramos lanzó un contundente desafío a los ejecutivos de la minera Barrick Pueblo Viejo: beber el agua de los ríos donde la empresa vierte sus desechos antes de aceptar cualquier reunión con ellos. Esta declaración se produce después de que la compañía le extendiera una invitación para dialogar, la cual el religioso condicionó a esta prueba como muestra de transparencia y confianza.
El desafío fue reiterado durante una marcha en la autopista Duarte, donde cientos de manifestantes expresaron su rechazo a la construcción de la presa de cola de la minera en Cotuí. El sacerdote, conocido por su firme postura en defensa del medio ambiente, recordó que fue él quien inicialmente invitó a la empresa a explicar el impacto ambiental de sus operaciones en la región.
“Nosotros le hicimos una invitación primero y se la reiteramos. Cuando usted, Juana Barceló, junto al ministro de Energía y Minas, Joel Santos, y su viceministro, Miguel Ángel Díaz, vengan y beban un vaso de agua del río El Naranjo, entonces nosotros visitaremos sus instalaciones”, declaró Ramos, calificando a los representantes de la empresa como “mentirosos de marca mayor”.
El Padre Nino Ramos subrayó que solo aceptará reunirse con los ejecutivos si estos demuestran que el agua de los ríos afectados por las operaciones mineras sigue siendo apta para el consumo humano. Este desafío pone en evidencia la profunda preocupación de las comunidades locales, quienes denuncian los impactos negativos de la minería en sus fuentes de agua y en el medio ambiente.
La protesta y las declaraciones del sacerdote han reavivado el debate sobre la responsabilidad ambiental de las empresas mineras en el país. Los manifestantes exigen que se tomen medidas concretas para garantizar la protección de los recursos naturales y la salud de las comunidades aledañas a las zonas de explotación minera.
Barrick Pueblo Viejo, por su parte, no ha emitido una respuesta oficial al desafío del sacerdote. Sin embargo, este incidente ha puesto a la empresa bajo escrutinio público, especialmente en un momento en que la conciencia ambiental y la demanda de transparencia corporativa están en aumento.
