El enorme cohete Starship de SpaceX se lanzó para su último vuelo de prueba a las 5 p. m. ET, donde la compañía no atrapó su refuerzo Super Heavy después del despegue.
La misión de hoy marca el cambio más rápido de SpaceX hasta el momento, con nuevas actualizaciones en los sistemas de propulsión del cohete que apuntan a una captura más suave y rápida utilizando las garras "Mechazilla" de la plataforma de lanzamiento.
El presidente electo Donald Trump asistió al evento con el director ejecutivo de SpaceX, Elon Musk, en la Starbase de la compañía en Boca Chica, Texas.
SpaceX ha concluido el sexto vuelo de prueba de su cohete Starship, con resultados mixtos.
La prueba cumplió tres de los cuatro objetivos principales que buscaba Elon Musk, incluido el reinicio exitoso de los motores Raptor en el espacio, un amerizaje a la luz del día en el Océano Índico y un reingreso y aterrizaje vertical más bruscos.
La agencia comenzará los preparativos para un séptimo vuelo de prueba para mejorar los éxitos y al mismo tiempo apunta a otra captura del cohete Super Heavy, que fue cancelado el martes.
Dado que el lanzamiento del cohete falló, es probable que pasen algunos meses hasta la próxima prueba, mientras la compañía trabaja para convertir Starship en una nave reutilizable para viajes espaciales.
La nave espacial Starship logró volar a través del mundo hasta el Océano Índico, donde realizó un exitoso aterrizaje "volcánico" que llevó la nave a su límite.
Mientras se elevaba sobre las nubes a velocidades supersónicas, los sistemas de Starship pudieron soportar la tensión y mantener la nave estable hasta que un reinicio de último momento de sus cohetes logró volcarla verticalmente.