
No fue una manifestación nazi.
El Madison Square Garden, el estadio más grande del mundo donde han subido al escenario los íconos más célebres de Estados Unidos, estaba repleto de estadounidenses patriotas que animaban al formidable conjunto formado por Donald “Capitán América” Trump y los Vengadores, como se hacen llamar algunos de sus sustitutos.
La ciudad natal de Trump, la profundamente azul Nueva York —cuyos impopulares líderes demócratas han tratado de encarcelarlo— recibió al expresidente como un héroe conquistador, llenando el estadio a rebosar, con miles de neoyorquinos más alineándose en la ruta desde la Torre Trump para vitorear su caravana.
Pero en su tercera y más importante campaña para la presidencia, Trump no está solo. Cuenta con el apoyo de un sorprendente grupo de cinco estadounidenses extraordinariamente talentosos, entre ellos dos candidatos presidenciales demócratas apóstatas que lo acompañaron en el escenario.
El factor X
Jordan Peterson los llama “los X-Men”, los superhéroes de Marvel Comics, los genios “mutantes inadaptados” que vienen a salvar a la República. Son los guerreros de Trump contra los monstruos del Estado Profundo y la Masa de censura, vigilancia y guerra.
Desmienten el último y desesperado mensaje de campaña de los demócratas: que Trump es Hitler y que la mitad de Estados Unidos son nazis.
Está Elon Musk, el genio científico al estilo de Tony Stark, literalmente un X-Man, como el dueño de la plataforma de redes sociales antes conocida como Twitter, y un explorador espacial que enviará a un hombre a Marte. Libertario, declaró abiertamente su apoyo a Trump después del primer intento de asesinato en Butler, Pensilvania.
Then there is the son of Democrat royalty, Robert F. Kennedy Jr., who abandoned his own presidential campaign to hitch his wagon to Trump as the only candidate who stands against the Deep State.
Mención especial en el equipo A de Trump para la ex primera dama Melania Trump, quien presentó a su esposo poco después de las 7 p.m.
Para disgusto de los detractores de Trump, ella está muy a su lado, se mostró públicamente tierna con él en la cena de Al Smith y forjó su propio papel poderoso en la campaña con comentarios sociales en su propio libro y videos en las redes sociales.
“Esta ciudad y Estados Unidos necesitan recuperar su magia”, dijo, prometiendo que su esposo le dará a los estadounidenses “el futuro que merecemos”.
Luego lo recibió en el escenario con un cálido abrazo, tres besos y varias palmaditas en la espalda mientras se abrazaban al ritmo de su canción característica de fondo, “God Bless the USA”.