Monseñor Carlos Tomás Morel Diplán, obispo auxiliar de la Arquidiócesis de Santiago, aseguró que los vicios, como el alcohol, las drogas, los juegos de azar, el sexo y los placeres sin control, son fuertes cadenas que impiden la libertad de los seres humanos.
“Vivimos en un mundo esclavizado a causa de los vicios y el pecado”, reflexionó el prelado católico.
Monseñor Morel Diplán observó que aunque en el mundo “hemos avanzado en muchos aspectos, todavía hoy “vivimos en una sociedad esclavizada por las fuertes cadenas que impiden que las personas sean verdaderamente libres”.
El obispo auxiliar de la Arquidiócesis de Santiago hizo se refirió a esos flagelos al pronunciar la homilía de la misa nocturnal que ofició en la Catedral Santiago Apóstol.
Enfatizó que esos males (el alcohol, las drogas, los juegos de azar, el sexo y los placeres sin control) están destruyendo a familias enteras y hoy vemos a cientos de jóvenes atrapados en las drogas, mientras que otros son adictos a los juegos de azar y al alcohol, cadenas que no pueden romper por ellos mismos.
Indicó que para zafarse de esas cadenas, las personas tienen que pedir el auxilio de lo divino y que la Virgen María en la advocación de las Mercedes, ha demostrado históricamente que puede ayudar a miles a obtener su libertad tanto física como espiritualmente.
Señaló que cuando las personas pierden la paz interior, viven insatisfechas y se refugian en algunos vicios.
“Cuando un ser humano logra liberarse de las cadenas que los atan, entonces se produce la gloria de Dios”, exclamó el prelado católtico.