El gobierno de Andrés Manuel López Obrador anunció el sábado la contratación de 1,200 médicos cubanos adicionales para sumarse a los cientos ya presentes en el país. Esta decisión se tomó después de una reunión entre el director del Instituto Mexicano del Seguro Social, Zoé Robledo, y el presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, en La Habana.
Estos nuevos médicos se integrarán al IMSS-Bienestar, el sistema implementado por el presidente mexicano para atender a personas sin seguridad social en zonas remotas y de difícil acceso. Zoé Robledo afirmó que el objetivo es fortalecer la atención médica en estas áreas.
“En ese encuentro, el director general del Seguro Social indicó que a través del convenio de los gobiernos de México y Cuba se pretende ampliar a 1,200 los médicos cubanos que apoyen en las unidades médicas de IMSS-Bienestar ubicadas en zonas remotas y de difícil acceso”, señaló el instituto en un comunicado citado por la agencia de noticias Efe.
López Obrador “financia a una dictadura”
La contratación de médicos cubanos ha generado críticas por parte de la oposición, incluida la candidata presidencial Xóchitl Gálvez, quien ha prometido no contratar a estos trabajadores. La política acusó al gobierno mexicano de “financiar una dictadura” y expresó su deseo de que los médicos mexicanos tengan mejores condiciones laborales.
El gobierno, sin embargo, ha justificado estas contrataciones debido al déficit de trabajadores de salud en el país y a la falta de interés de los médicos mexicanos en trabajar en zonas rurales o marginadas. Según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía, el país tiene un promedio de 2,4 médicos por cada 1,000 habitantes, inferior a la media de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos.
“La participación de médicos cubanos en IMSS-Bienestar se ha sumado al trabajo de los médicos mexicanos para fortalecer el Primer Nivel de Atención al aumentar la productividad en consultas y quirófano”, concluyó el comunicado del instituto.
Cerca de las elecciones
Las elecciones en México están a solo tres semanas de distancia, con 98 millones de votantes llamados a renovar más de 20,000 cargos, incluyendo la presidencia, los 500 diputados y los 128 senadores.
Las críticas hacia el gobierno mexicano han aumentado tras el anuncio de esta contratación, especialmente por parte de la oposición encabezada por Xóchitl Gálvez. La candidata presidencial ha cuestionado la moralidad de financiar a un régimen que considera autoritario y violador de derechos humanos.