Con un roster carente de estrellas y ya pensando en el Opening Day de las Grandes Ligas New York Yankees cayó este domingo 4-3 en el primer juego de la serie ante los Diablos Rojos de México pero quien se llevó todos los reflectores fue el expelotero de los Mulos, Robinson Canó, gracias a una impresionante actuación personal.
Canó fue una verdadera pesadilla para los Yankees, donde pasó los primeros nueve años de su carrera en Grandes Ligas, al ligar para 4-3 con dos impulsadas y dos anotadas, pero la pieza clave fue el cuadrangular que disparó en la parte baja del cuarto.
Ante los envíos de Tanner Tully, Canó, de 41 años, hizo un swing con el que mandó la pelota a la grada del jardín derecho con el cual puso a ganar a su equipo 1-0. Posteriormente, con sencillo y doble a la postre participó en las cuatro carreras de su equipo.
Por su parte el exgrandeliga de Los Angeles Dodgers, Trevor Bauer fue el encargado de dominar a la toletería Yankee durante los primeros cuatro episodios, la cual se vio limitada al contar solo con Giancarlo Stanton, José Treviño y Anthony Volpe como regulares en Grandes Ligas.
Los Yankees no contaron con mucha fortuna ofensiva a pesar de haber conectado hasta 12 imparables en el encuentro, siendo la parte alta de la novena entrada donde intentaron con un rally de tres carreras conseguir una victoria que al final nunca llegó por intermedio del venezolano Carlos Narváez, quien conectó doble que impulsó una carrera y posteriormente anotó también la tercera y última rayita.
Será este lunes cuando los Yankees tendrán la oportunidad de la revancha para lo que será el segundo encuentro de la serie ante Diablos Rojos y el último compromiso que mantengan los Yankees antes del día inaugural el próximo 28 de marzo para el primero de una serie de cuatro encuentros ante Houston Astros.