El número de víctimas mortales en el atentado terrorista en la sala de conciertos Crocus City Hall de Moscú aumentó a al menos 60, anunció el Comité de Investigación de Rusia.
Por su parte, el gobernador de la provincia de Moscú, Andréi Vorobiov, anunció que actualmente hay 115 víctimas hospitalizadas: 110 adultos (60 en estado grave) y cinco niños (uno en estado grave). El mandatario visitó un hospital de la ciudad de Jimki junto con la vice primera ministra del país, Tatiana Gólikova, y el ministro de Salud, Mijaíl Murashko, para evaluar la situación.
Otras imágenes muestran a los hombres disparando contra la gente a quemarropa debajo del cartel de entrada del lugar mientras los cuerpos ensangrentados yacían inmóviles en el suelo.
Los informes de los medios rusos dijeron que los agresores arrojaron explosivos, lo que provocó un incendio masivo en la sala, que tiene capacidad para más de 6.000 personas. El video mostró llamas y humo negro iluminando el cielo nocturno mientras decenas de ambulancias, camiones de bomberos y agentes de la ley acudían en masa a la caótica escena.
Los helicópteros arrojaron agua sobre el edificio mientras los socorristas evacuaban a unas 100 personas del sótano, informaron los medios rusos. El incendio provocó el derrumbe del techo del recinto.
El Servicio Federal de Seguridad de Rusia, la principal agencia de seguridad interna y antiterrorismo del país, confirmó que 40 personas murieron y 100 resultaron heridas. La fiscalía dijo que varios hombres vestidos con uniformes de combate entraron a la sala de conciertos y dispararon contra los asistentes
Los investigadores, criminólogos y expertos del Comité de Investigación de Rusia, junto con las unidades operativas del Ministerio del Interior y del Servicio Federal de Seguridad (FSB), continúan las investigaciones en el lugar de los hechos.
“Comenzó una estampida, todos corrieron hacia las escaleras mecánicas”, dijo el testigo. “Todos gritaban, todos corrían.
Se pueden escuchar ráfagas de disparos resonando repetidamente en videos publicados por los medios rusos. Según los informes, ninguno de los guardias de seguridad del lugar tenía armas.
Ningún grupo se ha atribuido la responsabilidad del ataque, que se produce pocos días después de que el presidente ruso, Vladimir Putin, asegurara su control del país durante otros seis años con una victoria electoral aplastante.
No quedó claro de inmediato qué pasó con los atacantes. Algunos medios rusos informaron que huyeron antes de que llegaran las fuerzas especiales y la policía antidisturbios.
El 8 de marzo, la Embajada de Estados Unidos en Moscú advirtió a los ciudadanos estadounidenses sobre la amenaza de ataques terroristas en Moscú, específicamente en conciertos.
"La embajada está monitoreando los informes de que los extremistas tienen planes inminentes de atacar grandes reuniones en Moscú, incluidos conciertos, y se debe advertir a los ciudadanos estadounidenses que eviten grandes reuniones durante las próximas 48 horas", dijo la embajada en ese momento.
El tiroteo masivo es uno de los ataques más mortíferos en Rusia en años. El Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia lo calificó de "ataque terrorista sangriento".
"La comunidad mundial entera está obligada a condenar este crimen monstruoso", afirmó la portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores, María Zajárova. "Todos los esfuerzos están destinados a salvar a la gente".
El asesor de seguridad nacional de la Casa Blanca, John Kirby, calificó el viernes los videos y las imágenes del ataque como “difíciles de ver”.
