La mayoría de las dietas son efectivas para bajar de peso. Pero para tener éxito, hay otros factores que entran en juego. Por eso, si a pesar de la dieta no logras perder peso, es posible que estés haciendo algo mal.
En ocasiones no se trata de la dieta, sino de uno mismo. Cosas como consumir los alimentos incorrectos y no realizar la dieta como debe ser pueden hacer que los resultados no sean los esperados. A continuación, ampliamos esta información.
1. Alimentos incorrectos
Si sigues una determinada dieta, procura conocer todos los detalles sobre ella. Los tipos de alimentos que debes consumir, cuáles debes evitar, los horarios en los que debes comer, y las porciones.
En ocasiones sucede que hacemos una dieta baja en grasas, pero consumimos productos que no son para nada saludables, como bebidas dietéticas o gaseosas bajas en azúcar, tal como lo señala la AARP.
De igual manera, si haces una dieta baja en carbohidratos, pero consumes tocino y otros alimentos ricos en grasa, está claro que el problema está en ti.
Lo mejor es aprender a comer alimentos bajos en grasa, reducir el azúcar, los alimentos ultraprocesados y los granos refinados, como las harinas.
2. Medicamentos
Existen medicamentos que no contribuyen a perder peso. Se estima que entre el 10 y 15% de las personas que sufren de obesidad se debe al consumo de fármacos.
La cuestión es que son muchos los medicamentos que propician la subida de peso, como los antihistamínicos y los antidepresivos. Si el medicamento es de uso frecuente, el problema se agrava.
Es necesario que hables con tu médico sobre los efectos que tiene algún medicamento en tu salud, y si es posible sustituirlo por otro que no tenga estos efectos.
3. Ejercicio irregular
Una forma de perder peso es caminar. De hecho, este ejercicio es un aliado para que la dieta tenga efecto. Pero si esto no es así, es porque algo estás haciendo mal.
La cuestión está en el ritmo. Si mantienes un ritmo constante que no varía en cuanto a intensidad, el ejercicio no surtirá el efecto deseado. Por este motivo, es importante incrementar el ritmo cada cierto tiempo y alternarlo.
4. Comer demasiado en las noches
Es esencial no saltarse ninguna comida, incluso la cena. Ahora bien, dependiendo del tipo de cena, hay recomendaciones sobre qué debes comer y el horario establecido para ello.
Pero pasa que, a veces, puede que se te antoje comer algo después de cenar. De hecho, quienes comen después de la cena pueden acumular hasta 208 calorías más que quienes no lo hacen.
5. Pérdida de masa muscular
Después de los 30 es posible perder entre el 3 y el 8% de masa muscular si no se hace lo necesario para preservarla. Esto podría provocar que se acumule la grasa y se quemen menos calorías.
Por eso, es necesario mantener una actividad física saludable, y hacer ejercicios de fuerza es indispensable para mantener la masa muscular y mantener el peso, o adelgazar.