Tamboril. El vertedero municipal de Tamboril operó ayer con normalidad a pesar de que vencía el plazo dispuesto por el Ministerio de Medio Ambiente para su clausura.
El basurero ha sido considerado uno de los focos de contaminación que afecta a varias comunidades de Santiago. Una empresa contratista trabajaba en la mañana del martes en el acondicionamiento, debido a que la lluvia impedía el paso de vehículos. Mientras, los desperdicios producidos por las empresas seguían siendo depositadas en el vertedero que opera en la comunidad de Guazumal.
El día tres de octubre, el ministro de Medio Ambiente, Francisco Domínguez Brito y el alcalde tamborileño, Anyolino Germosén acordaron como fecha límite de cierre este 30 de enero. Sin embargo, la falta de equipos para trasladarla y la negativa del alcalde Abel Martínez a permitir que depositen en el ecoparque de Rafey dificultó que se pudiera cumplir con la meta de cierre.
Representantes de organizaciones comunitarias y juntas de vecinos de la zona norte de Santiago, advierten que no permitirán una mayor extensión del plazo. Dicen que si Medio Ambiente no asume su promesa de clausurar el basurero de Tamboril, ellos lo asumirán por su cuenta. Comunidades como Gurabo, Jacagua y hasta la parte Este de Santiago se han visto afectadas por la humareda.
De acuerdo con expertos, también los ríos cercanos a la zona del vertedero se han visto afectados por la contaminación del lixiviado. Los buzos que continuaban apostados en el vertedero creen debe ser clausurado de forma paulatina, debido a que decenas de personas sobreviven de la recogida de desperdicios.