La sombra de la brasileña Odebrecht, una de las principales constructoras latinoamericanas, el corazón del escándalo Lava Jato, que ha explotado la clase política y empresarial de Brasil, llega a Argentina y afecta al ambiente más directo del presidente: el jefe de espías argentinos Gustavo Arribas , Un millonario que viene del fútbol, donde se dedicaba a la venta de jugadores.
Es tan amable con Mauricio Macri que alquila el lujoso apartamento en el que vivía antes de trasladarse a la residencia oficial de Olivos. El periódico La Nación ha informado que Arribas, jefe de la Agencia Federal de Inteligencia nombrada por el presidente, recibió transferencias de la misma cuenta que un intermediario de Odebrecht utilizó para pagar sobornos, y se sospecha que se le multará por una gran obra en Buenos Aires que fue Concedió el brasileño.
Esta obra, que había estado en marcha durante años, se reactivó precisamente al mismo tiempo que las transferencias llegaron en septiembre de 2013. El trabajo, el entierro del ferrocarril Sarmiento, fue controlado por los Kirchner, y el gobierno argentino sostiene EL PAÍS Que No tiene sentido que un hombre de Macri, entonces alcalde de Buenos Aires y muy opuesto al Gobierno, reciba estas supuestas multas.
También insisten en que en ese momento Arribas no era un funcionario público. Sin embargo en el trabajo también es como el contratista Angelo Calcaterra, primo hermano del presidente y constructor clave. Los intereses se cruzan.
Funcionarios de la Odebrecht han admitido que pagaron multas en Argentina, pero aún no han sido claras. Arribas, indignado por la información, niega cualquier vínculo con Odebrecht y dice que el dinero proviene de la venta de un piso en Sao Paulo. Y se ha puesto a disposición de la justicia.
Macri apoya a su amigo y actualmente lo mantiene en el puesto, mientras que el gobierno llama a la información en la Nación de Hugo Alconada, el periodista investigador más respetado de Argentina, un "paquete de insinuaciones". Pero este es el segundo caso grave en el ambiente de Macri, después de las acusaciones contra el jefe de Aduanas, Juan José Gómez Centurión, quien fue destituido y luego reemplazado cuando la justicia decidió exonerarlo.
No sólo la oposición, sino también los aliados políticos de Macri como Lilita Carrió han decidido ir a los tribunales y exigir que se elimine al menos temporalmente de una posición clave que controla todo el espionaje argentino. El escándalo se agrava porque la agencia anti-lavado de dinero recibió una notificación en este caso en 2015, ya con Macri en el Gobierno, pero no investigó.
El caso Odebrecht extiende así su mancha de corrupción en toda América Latina después del dinamismo de la política brasileña. Ya está provocando una revolución en Perú, donde dañó hasta tres gobiernos diferentes y causó daños por casi 300 millones de dólares en 16 obras clave. En Colombia han decidido, después de otros escándalos, suspender todos los contratos, incluso los que están en marcha. En Perú han optado por una fórmula más suave: no contratar más con ellos una vez que se ha demostrado que pagaron multas en todas sus obras.
En Argentina Odebrecht continúa operando normalmente y esta semana Mauricio Macri inauguró una obra en Córdoba rodeada de empleados con el casco de la empresa brasileña responsable de la obra. Esta empresa era una de las favoritas del kirchnerismo, que tiene casos muy graves de corrupción.
De hecho, los dos principales responsables de los grandes contratos de los Kirchner, el ex secretario de Transportes, Ricardo Jaime, y el ex secretario de Obras Públicas, José López, están encarcelados por diversos casos de corrupción. Esos escándalos, especialmente el de López, que fue arrestado en fraganti mientras trataba de ocultar nueve millones de dólares en un convento, han hecho mucho daño al kirchnerismo y despejan el camino para Macri, que enfrenta una oposición muy débil.
Por eso, si la justicia avanzara en este caso que afecta directamente a alguien de su absoluta confianza, sería un problema político importante para el presidente. Arribas pertenece al núcleo del entorno Macri más cercano, el de los hombres dedicados a los grandes negocios y que normalmente ven el uso de cuentas en paraísos fiscales y empresas offshore. El grupo de fieles que llegaron más tarde de la política y que no tienen estos bienes, desconfían de esa parte del macrismo más personal, vinculada al mundo de la elite económica en la que nació y se crió el hijo de Franco Macri, uno de Los Emprendedores de Argentina.
Sin embargo en el Gobierno parecen confiados que el caso no dará más de sí mismo porque no ven el crimen posible ni la manera de avance de la justicia. Las transferencias existen -Rights sólo reconoce a una de ellas- y fueron hechas de las mismas empresas y por la misma persona que pagó las multas de Odebrecht, Leonardo Meirelles, condenado