Barack Obama no midió lo suficiente el impacto que los ataques cibernéticos, fugas y difusión de noticias falsas que los servicios de inteligencia atribuyen a Moscú tiene en las democracias. Con 12 días de salir de la Casa Blanca, en una de sus últimas entrevistas como presidente, el demócrata rechazó que ha subestimado la amenaza planteada a los Estados Unidos por el presidente ruso Vladimir Putin, algo que se reprocha de las filas republicanas, pero admitió que No calculó bien el poder de las campañas de propaganda.
Uno de los mensajes más aplastantes del Partido Republicano durante la campaña electoral fue que Estados Unidos es un país más inseguro y menos respetado después de ocho años con un presidente que, en su opinión, ha sido manso con los países hostiles.
El pacto nuclear con Irán o el deshielo con Cuba han servido de ejemplo para el argumento conservador. La acusación de tibieza ha vuelto al centro del debate en el tramo final de su etapa, con el caso de sonido de la interferencia de que acusan a Rusia de favorecer la llegada de Donald Trump al poder.
