Un avión ruso Tu-154 con 92 personas a bordo que se dirigía a Siria se ha estrellado sobre las aguas del Mar Negro este domingo. Restos del aparato han sido hallados en el mar y un cadáver ha sido recuperado a seis kilómetros de la costa.
El aparato con 84 pasajeros (y no 83, como se dijo en un inicio) y ocho tripulantes, había despegado a las 05.20 hora local del aeropuerto de Sochi, balneario a orillas del mar Negro. Veinte minutos después, cuando se hallaba sobre el mar, el avión de pasajeros, desapareció de los radares.
En total viajaban 64 miembros del coro, entre ellos su director, Valery Jajilov; siete militares; ocho tripulantes; nueva periodistas; dos altos funcinarios civiles y la responsable de una organización caritativa muy conocida en Rusia, Elizavéta Glinka.
El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, ha indicado que el presidente ruso, Vladímir Putin, ha sido informado inmediatamente del suceso.
Fuentes de los servicios de emergencia han indicado que el Tu-154 procedía de Moscú y había hecho escala en el aeropuerto de Sochi para repostar combustible.
La agencia rusa RIA cita fuentes de seguridad no identificadas que especulan con que el avión se ha podido estrellar por un fallo técnico.